Cosas que los fundadores deben discutir al iniciar un negocio juntos
Si va a poner en marcha una empresa con varios fundadores, tiene sentido dedicar un poco de tiempo a pensar en las cuestiones legales. Preferiblemente al principio. La idea es hablar de las posibles fuentes de conflicto antes de que se conviertan en costosas y largas disputas en el futuro.
Muchos abogados le dirán que las disputas entre socios suelen tener dos orígenes: la ambigüedad y las suposiciones. Puede que todo el mundo se lleve perfectamente hoy (en la fase de luna de miel), pero a medida que las cosas avanzan, es seguro que aparecerán desacuerdos. Si los fundadores reflexionan de antemano sobre cuestiones cruciales, pueden tomar medidas inteligentes que ayuden a evitar que los desacuerdos se conviertan en disputas fatales.
Eso pasa. No dejes que te pase a ti.
He aquí algunas cuestiones clave que suelo aconsejar a las personas que van a emprender un negocio juntas:
1. Porcentajes de propiedad
El concepto es bastante sencillo, pero puede complicarse si no se tiene cuidado. Es necesario discutir el porcentaje de participación de cada fundador en la empresa, ya que la gente puede suponer una cosa cuando los demás suponen otra. Considere también si hay algún tipo de calendario de adquisición de derechos asociado a los porcentajes de propiedad (la adquisición de derechos significa vagamente que la participación en la propiedad aumenta con el tiempo). Al asignar los porcentajes de propiedad, piense en lo que cada miembro aportará a cambio de su porcentaje.
2. Salidas y entradas de personas
Las cosas cambian. Eso puede significar que un fundador original abandone la empresa o que una nueva persona quiera unirse al equipo. Es importante reflexionar sobre lo que ocurre cuando alguien se va, prestando especial atención a los derechos o responsabilidades que pueda tener con los miembros restantes. Piense especialmente en cómo y por qué alguien podría marcharse involuntariamente. Por otro lado, tiene sentido considerar de antemano cómo se admiten los nuevos miembros.
3. Toma de decisiones
Cualquier empresa implica la toma de decisiones. Algunas de estas decisiones pueden ser importantes (como el alquiler de un espacio de oficina o la contratación de un empleado) o pueden ser menores, como hacer que los gastos diarios sean inferiores a una determinada cantidad de dinero. Cuando se pone en marcha una nueva empresa, es prudente considerar qué tipos de decisiones requieren un acuerdo entre los miembros (y si tiene que ser unánime o simplemente una mayoría) y qué tipos no. Además, puede tener sentido que una persona tome cierto tipo de decisiones en su área de especialidad.
4. Propiedad Intelectual
Cualquier empresa moderna generará propiedad intelectual (cosas como derechos de autor, marcas, patentes, secretos comerciales) y a veces mucha. De hecho, la propiedad intelectual probablemente creará gran parte del valor duradero de su empresa. Al principio, los fundadores pueden aportar gran parte de la propiedad intelectual inicial. Eso significa que todo el mundo debe discutir cómo deben tratarse esas contribuciones. ¿Son propiedad de la empresa? ¿Pueden utilizarse para otras cosas? ¿Qué sucede si el fundador que creó algo se va?
5. Empresas competidoras
Es posible que los fundadores tengan más de un negocio en marcha, por lo que es importante tener claro qué oportunidades de negocio deben aportarse a la empresa y qué tipos pueden trabajarse individualmente. La idea es evitar una situación en la que una persona parezca ir a espaldas de los demás fundadores.
¿Cómo funciona todo esto?
La mayoría de estas preguntas se responderán en los documentos fundacionales de su empresa (por ejemplo, el acuerdo de funcionamiento de la LLC, el acuerdo de asociación o los estatutos de la empresa). Piense en estos documentos fundacionales como el contrato entre todos los miembros. Para las nuevas empresas, estos documentos pueden no ser complejos o extensos, pero deben ser completos. Redactarlos le ayudará a pensar en las cuestiones mencionadas anteriormente y en otras.
Lo ideal es pasar por el proceso de responder a las preguntas difíciles para evitar disputas en el futuro. Como mencioné al principio, las dos cosas que pueden romper un negocio que de otro modo sería exitoso son: las suposiciones y la ambigüedad. Si los fundadores pueden reunirse para discutir cuestiones importantes por adelantado, se reducirán en gran medida las posibilidades de conflicto.
Esto no cubre todas las cuestiones, pero debería servir para empezar a pensar en los tipos de cosas que es importante cubrir. A menudo, los fundadores colaboran con un abogado para que les asesore sobre cómo tener en cuenta estas y otras cuestiones y redactar documentos que reflejen el entendimiento de todos.