¿La clave del crecimiento de la empresa? Una comunicación excepcional.
Imagínese la escena. Has creado tu empresa y, por fin, tienes un puñado de empleados. Todos sabéis lo que hay que hacer y las consecuencias de hacerlo bien (o no). Felizmente, tu negocio crece y, de repente, miras hacia arriba y tienes decenas de empleados. Es una maravilla. Y, sin embargo, sientes una sensación de malestar porque no estás progresando tanto como esperabas. Y recibes más quejas que antes, tanto de los clientes como de los empleados.
¿Qué ha pasado? Podrías explicar esto como dolores de crecimiento. Sin embargo, estaría perdiendo la oportunidad de volver a hacer las cosas bien. Tienes que establecer un nuevo aspecto de tu papel como director general, que será cada vez más importante: comunicador jefe.
¿Qué comunicar?
Cuando empezó, probablemente le pareció que todo el mundo podía ver y oír lo que hacían los demás. Ahora, sin embargo, es inevitable que las cosas hayan cambiado. Entonces, ¿qué necesita compartir con su gente? Como regla general, cuanto más, mejor. Algunas cosas esenciales son:
- su visión de la empresa
- sus valores y su misión
- los objetivos anuales
- los grandes programas de la empresa ese trimestre
- cómo se desarrollan los productos y las nuevas líneas de productos
- el rendimiento de las ventas con respecto a los objetivos.
Otras cosas que le importan mucho a la gente son:
- qué oportunidades hay para ellos
- quiénes son los nuevos
- qué hacen los competidores y el mercado
- los éxitos que se han producido en toda la empresa.
Usted conoce su negocio y a su gente. Sabe qué tipo de preguntas le hacen a usted y a sus colegas. Sabe qué información se le escapa a la gente y que conduce a errores u oportunidades perdidas. Sobre la base de estos conocimientos, tenga claro lo que quiere y necesita comunicar a su gente.
Cómo comunicar
Afortunadamente, disponemos de más herramientas que nunca para difundir la información. Por desgracia, elegir el mejor método es más difícil que nunca. Hay que tener en cuenta una serie de consideraciones.
- Reuniones de equipo. Son ideales para celebrar o hacer anuncios. También funcionan bien cuando hay que mostrar algo o cuando se necesita un feedback instantáneo. El mejor momento para utilizarlas es para debatir sobre algo que afecta a todos.
- Uno a uno. Funcionan muy bien cuando el tema es delicado o sensible o cuando hay que convencer a una persona clave sobre algo. También es muy útil para obtener ideas en profundidad sobre un tema.
- Correos electrónicos. Son fabulosos para compartir información rutinaria o para llegar a todos al mismo tiempo si no están todos en una oficina.
Con quién comunicarse
Puede que tenga la tentación de hablar sólo con su gente más veterana, o con la que le resulta más fácil hablar. Sin embargo, esto sería una oportunidad perdida. Si quiere que todos trabajen juntos y den lo mejor de sí mismos, tienen que saber en qué están trabajando, por qué es importante y el impacto del éxito (o del fracaso).
Cuándo comunicar
Esto es a menudo otro fino acto de equilibrio. A veces es fácil y directo. Otras veces, sientes que quieres tiempo para preparar una comunicación cuidadosa, o esperas que un problema se resuelva por sí solo o que nunca salga a la luz. Ciertamente, no todo el mundo necesita saberlo todo, y hay que usar el juicio. Pero, de nuevo, como regla general, si diriges un negocio transparente con una comunicación clara, incluso hablar de cosas difíciles, en momentos difíciles es lo mejor.
Lo que no te das cuenta de que estás comunicando
Por último, debes prestar atención a tus acciones y tu comportamiento. Lo sepa o no, está comunicando constantemente. Si camina con los hombros encorvados, sin mirar a nadie a los ojos, la gente se sentirá nerviosa e insegura sobre las perspectivas de la empresa o las suyas propias. Si parece que tiene pánico constantemente, no importará cuántas palabras tranquilizadoras utilice o cuántas veces las diga.
No hay duda de que, aunque una comunicación buena y clara es a veces difícil, es esencial para el crecimiento y el desarrollo de la empresa. Es más, como jefe, es un elemento fundamental de la descripción de su trabajo. Como reconoció Jack Welch, que enumeró sus dos principales preocupaciones: «número uno, el dinero es el rey… número dos, comunicar…».