¿Su versión única de la rutina diaria le está matando el alma?
La rutina. A todos nos han enseñado desde que nacemos que la rutina es lo que nos hace avanzar en la vida. Pero, si no somos felices, todos necesitamos dar un paso atrás de vez en cuando y reevaluar si toda esa «molienda» que estamos haciendo nos está llenando de alguna manera apreciable.
¿Estás realmente contento en la vida?
¿Estás contento con tu situación, económica, espiritual, etc.?
Cuando la respuesta a las preguntas anteriores es NO, es importante darse cuenta de que la infelicidad suele reducirse a lo lejos que llegan nuestros niveles de comodidad. Una red amplia nos permite ir donde nunca hemos estado, hacer cosas que nunca hemos hecho.
Los que tienen poca tolerancia a los cambios a menudo se sienten como si estuvieran atrapados en un estado constante de limbo espiritual entre donde están y donde quieren ir. Quieres dar el paso, pero esa vocecita en tu cabeza sigue diciéndote a la fuerza que simplemente no puedes hacerlo sin arriesgar todo lo que aprecias actualmente.
El gran dilema a superar
Cada vez que realizamos un cambio en nuestra vida de forma externa, ese cambio suele ir precedido y seguido de una sensación tanto de emoción como de preocupación desbordante por lo desconocido que nos espera.
Llevar tu vida y tu negocio al siguiente nivel puede parecer una hazaña asombrosa cuando se realiza un cambio, pero esa es una alternativa mucho mejor que sentarse en una silla dentro de unos años lidiando con un conjunto diferente de «qué pasaría si». Esos que nos acosan cuando un gran cambio es espiritualmente necesario para devolver un sentido de compleción a nuestras vidas.
La buena noticia es que al cabo de unos meses de esfuerzo decidido, deberías encontrarte más tranquilo y disfrutando de la vida. Como individuo motivado y a medida que avanza el tiempo, estará listo para dar el siguiente salto para aprender más.
El futuro es un lienzo en blanco, pinta tu visión hoy.
La clave para la realización espiritual y el éxito empresarial
Tienes que conocerte muy bien a ti mismo. Entender qué es lo que normalmente te ha frenado en el pasado, y tener un firme conocimiento de la realidad cuando se trata de lo bien que manejas el estrés.
Desde el momento en que empiezas a planificar tus cambios, hasta el momento en que empiezas a ejecutarlos, el estrés seguro que está a flor de piel. Hay que saber cómo afrontarlo y la única manera de hacerlo es siendo sincero con uno mismo.
¿Es realmente necesario el cambio?
Sólo usted sabe la respuesta a esta pregunta. Sin embargo, si eres como la mayoría, lo más probable es que la respuesta sea «SÍ». Al igual que sólo el 1% de la población puede considerarse rica en riqueza, lo mismo puede decirse de quienes son ricos en espíritu y satisfacción personal y profesional.
- ¿Te encuentras constantemente aburrido haciendo lo que haces actualmente? Si es así, ¿un cambio en la dirección de tu vida y/o negocio te ayudará a curar ese aburrimiento?
- ¿Sueñas constantemente con una vida que no es la tuya actualmente?
- ¿La idea de un cambio crea más emoción en tu interior que la idea de levantarte y hacer lo que normalmente harías?
- ¿Puedes comprometerte de verdad a hacer lo que sea necesario para introducir los cambios necesarios en tu vida?
- ¿Qué factores externos, como las obligaciones familiares y profesionales, pueden interponerse en tu camino cuando decides avanzar? ¿Cómo puedes superarlos?
- ¿Qué talentos tienes ahora, quizás que no has utilizado en un tiempo, que pueden ayudar a realizar los cambios que deseas?
Estas son sólo algunas de las preguntas que debes hacerte antes de avanzar y cambiar el rumbo de tu vida personal y profesional.
Decidas lo que decidas, recuerda que los «qué pasaría si» de hoy son mucho más fáciles de digerir que los «qué pasaría si» de mañana, porque elegiste dejar que tus sueños se quedaran en el camino por seguir machacando las cosas de la vida que sabías que nunca te harían feliz.